Pupitres Escolares para la Educación
Educación y derecho a estudiar
Región de Sédhiou, Senegal
En las escuelas rurales del sur de Senegal, muchos estudiantes se ven obligados a estudiar en sillas rotas, incómodas o incluso en el suelo. Esta situación afecta negativamente la salud física y mental de los estudiantes, dificultando la concentración y el rendimiento académico.
Por esta razón, Balouo Salo ha iniciado la producción artesanal de pupitres, bancos y sillas escolares a través de un taller local, con el objetivo de mejorar las condiciones psico-físicas de los estudiantes y apoyar el derecho a la educación.
— Awa, estudiante en la escuela de Tanaff
Crear asientos ergonómicos y cómodos que promuevan la concentración, la postura correcta y la asistencia escolar.
Proveer mobiliario escolar funcional para asegurar clases dignas, regulares e inclusivas en todas las escuelas de la zona.
Involucrar a trabajadores y materiales locales para estimular la economía y crear valor compartido.
Equipar al menos el 70% de las escuelas primarias y secundarias del área con pupitres adecuados, alcanzando a más de 40,000 estudiantes.
El proyecto nació de la observación directa de las condiciones críticas en las escuelas del sur de Senegal, donde miles de estudiantes se ven obligados a asistir a clases sentados en el suelo, estructuras inestables o espacios inapropiados. Esta situación no solo pone en riesgo su salud sino que también compromete la calidad del aprendizaje.
Por ello establecimos un taller artesanal local, en colaboración con el maestro artesano local Moussa Kouyaté, para producir pupitres escolares hechos a medida que son robustos, ergonómicos y pintados con los colores de la bandera senegalesa para fomentar un sentido de pertenencia y motivación.
Los pupitres se adaptan según la edad de los estudiantes (primaria o secundaria) y están diseñados para acomodar a dos estudiantes por estación. Con esta intervención buscamos transformar las aulas en espacios más dignos, seguros y funcionales, apoyando así el derecho a la educación.
No compramos materiales de grandes empresas o capitales, sino que valoramos la mano de obra, materiales y recursos locales, organizando y capacitando un taller en un pueblo cercano para la producción artesanal.
Los pupitres se construyen con una estructura de hierro soldado y paneles de madera. La pintura se realiza con los vibrantes colores de la bandera senegalesa para fomentar el sentido de pertenencia, participación y apropiación, además de crear ambientes vivos y alegres que mejoran las condiciones psico-físicas de los estudiantes.
Este enfoque artesanal no solo reduce el impacto ambiental y los costos logísticos, sino que también genera empleo local y estimula la economía local, siguiendo una visión de desarrollo compartido.
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